A.N.I.M.A.L., El Error y Cerebros Atómicos - Puntal año 1994





Diario Puntal – Domingo 12 de junio de 1994

A.N.I.M.A.L., El Error y Cerebros Atómicos en vivo
Potencia voladora
Escribe Andrés Natali
Exclusivo de PUNTAL

Fue un recital inusual por varios motivos: primero, porque tuvo una promoción como pocas veces ocurre en Río Cuarto, la ciudad se llenó de afiches “rocanroleros”, salió en el Suplemento “NO” de Página/12 y hasta vino Tomás García Puente de Much Music, conductor del programa “Rock al frente”, quién registró en su cámara todo lo que ocurrió antes y durante el recital; después, porque se realizó por primera vez un recital en el salón de Obras Sanitarias, en Buenos Aires al 1300, un buen lugar para el rock y con buena acústica, también porque hacía mucho que no tocaban dos bandas locales y una porteña juntas, y, por último porque la entrada costó 6 pesos y fueron más de 200 los chicos que no se arrepintieron en absoluto por haber pagado esa suma. Es que otra vez hubo, en Río Cuarto, fiesta, pogo constante y mucha diversión.
La encargada de abrir la noche fue la banda local Cerebros Atómicos que se presentó por primera vez con su nueva formación: Darío Aiassa desarmándose sobre su bata, el Negro Coria con sus riffs efectivos, Martín Caverna Angelino “pechando” muy bien desde su bajo y el Flaco Concetti poniendo todo en su garganta. Estos cambios le hicieron muy bien al grupo, ya que sonaron armados y sólidos y con mucha polenta y potencia. Realizaron algunos temas nuevos, entre ellos, “Licencia para matar” dedicado a Pablo González. La gente también disfrutó de este bienvenido cambio en la banda, y lo demostró con pogo y aplausos fervorosos.
Después subió la segunda banda local. El Error. Y no hubo pogo, pero por una razón obvia: la música de este grupo no es para hacer pogo. Y, salvo algún que otro niño con ganas de molestar, todos aplaudieron a rabiar a esta muy buena banda. “El círculo”, “El negocio” (con un final alevoso), “Lunarium”, “Caliente” y “Atómica puta paz” fueron algunos de los temas que integraron el fantástico cóctel explosivo potente lleno de cambios de ritmos que tocó con El Error. Mariano Villegas abrazó su viola y despidió un montón de sonidos de los más diversos, Pablo Alturria le “pegó” al bajo como nunca, Claudio Barbero hizo lo propio desde los parches y Walter Duarte cantó con su particular estilo. Por permisos no pedidos, denuncias de vecinos y policía que pregunta, El Error debió cortar antes y la banda porteña reducir su show a cuarenta minutos.
A.N.I.M.A.L. (Acosados Nuestros indios Murieron Al Luchar) la gastó, reventó las cabezas y movió todas las almas allí presentes. Tienen un disco en las calle, no son muy conocidos, pero si siguen así, pronto lo serán. Es que este trío posee una fuerza en vivo increíble. Hacen metal, trash, hard-core y lo hacen con mucha potencia. Andrés Giménez canta y expulsa desde su viola sonidos ásperos y potentes, Marcelo Corvalán “machaca” con su bajo y Martín Carrizo desarma su bata con golpes al mango. El mensaje del grupo queda claro en estos tres temas: “Criminales de raíces” (habla del verso que contaron sobre la matanza de indios), “Sentimientos primitivos” (habla de tratar de mantener las raíces con las que uno nace) y “Paz artificial” (habla de que para estar en paz depende de dos o tres chabones con plata). Desde que comenzó, hasta que terminó la actuación del power trío, el pogo no se detuvo ni por un instante y constantemente los chicos del público se subían al escenario y se lanzaban atraídos por una potencia voladora.
Hubo buen sonido en general y aceptables luces. Todo salió bien. Todo fue diversión y fiesta. Todo fue potencia voladora. 

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