CAPITAN SCARLATTA Y LA CROCKETA




Martes 3 de Agosto de 1999

CAPITAN SCARLATTA Y LA CROCKETA EN EL CICLO DE “ROCK EN EL CENTRO”

Todo salió redondo

Una luz verde de bengala ilumina el Viejo Mercado, mientras decenas de chicos con estampas de “Luzbelito”, “Octubre” y “Un bondi a Finisterre” bailan el pogo del ritmo redondo. Sobre el fondo del escenario una enorme bandera reza: “Con tanto humo el bello fiero fuego no se ve”. Al lado otro “trapo” con dibujo reconocible y el nombre del grupo Capitán Scarlatta o “Los Redondos riocuartenses”. Ellos y La Crocketa fueron los responsables de que en la noche del sábado el ciclo de “rock en el Centro” brillara como hace tiempo no lo hacía. 
Dos buenas bandas, más de 300 personas, mucha fiesta, mucho baile. Todo salió redondo en la segunda fecha del ciclo y ojalá la historia vuelva a repetirse.

Calentando el ambiente

La Crocketa fue el grupo encargado de abrir el fuego. Se trata de una jóven banda de rocanrol y blues que en vivo suena bien y compacta. Una buena base integrada por Juan Sassatelli en batería y Leandro Ramallo en bajo, el destacado tecladista Santiago Valetti, el buen armoniquista Pablo Basso y un cantante y guitarrista, Federico Basso, ideal para los temas que interpretan, conforman este grupo que, por lo escuchado, puede llegar a dar más.
Temas propios como “Juntando chirolas”, “Marche otra jarra”, “Nadie me puede parar” y “El blues del olvido” y el cover de “Tren azul” de Pappo cantado por el invitado Andrés Bergello, fueron parte de un show que fue bien recibido por la gente. Aunque muchos permanecieron sentados, fervorosos aplausos sonaron en el Mercado y fue un marco para calentar el ambiente. 

El espíritu de Patricio Rey

Después llegó Capitán Scarlatta y entonces el bello fiero fuego se vio. Ellos lograron trasladar a Río Cuarto la mística ricotera y la fiesta del rocanrol redondo se hizo presente a través del espíritu de Patricio Rey. 
Desde que se formaron el año pasado corrieron el riesgo de interpretar a Los Redondos pero salieron airoso. Pues todas las versiones suenan realmente bien y, lo más importante, nunca intentaron hacer copias fieles, simplemente interpretarlas lo mejor posible. Y vaya que lo logran. 
Juan Manuel Hermida canta bien y toca el bajo para que junto al baterista Willy Morales conformen una compacta base. Leandro Ponce de León es un justo segundo guitarrista y Franco Bonino un buen saxofonista. Pero todos los laureles recaen en ese destacado guitarrista que es Martín Benítez. 
Junto a ellos treparon las tablas también varios músicos invitados: Bruno Ponzo (saxo), Darío Pérez (teclados y acordeón), Andrés Gallo (armónica) y Víctor Rapetti (guitarra).
En más de una hora y media de show, Capitán Scarlatta recorrió toda la carrera de Los Redonditos y así se escucharon desde el inédito “Un tal Brigitte Bardot” hasta las recientes “La pequeña novia del carioca” y “Alien Duce”, pasando por “El pibe de los astilleros” y “Nueva Roma”.
Y por supuesto no faltaron clásicos picoteros como “Vamos las bandas”, “La bestia pop”, “Un angel para tu soledad” y “Ji,ji,ji”. Con el apoyo constante de un público fanáticamente redondo, fue en el estupendo “Juguetes perdidos” cuando el fuego brilló a través de la verde bengala. El final llegó entonces con “Todo un palo” y otra vez “Ji,ji,ji”.
Fue una verdadera noche de fiesta rockera, el ciclo volvió a encenderse y todo salió redondo, aunque con un servicio de cantina, hubiera sido perfecto.

Andrés Natali

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