Lo Parió, Deflagración, D.G.I, TRiptome y El Error - Navidad 1994 - Puntal








Diario Puntal – martes 20 de diciembre de 1994

CINCO GRUPOS LOCALES EN VIVO EN LA PLAZA OLMOS EN LA “NAVIDAD CON ROCK”

El arbolito se llenó de sonidos

Escribe Andrés Natali – Exclusivo de PUNTAL

Los recitales gratuitos, y al aire libre son, de por sí, diferentes. Más aún cuando se trata de un recital de rock. Antenoche, la Plaza Olmos dejó de lado su rutina nocturna de parejas adolescentes que lo visitan cada domingo, para albergar a cientos de personas en el festival denominado “Navidad con rock” que, organizado conjuntamente con la Subsecretaría de Cultura de la municipalidad local y los integrantes de los grupos locales, fue a beneficio de los niños carenciados de Río Cuarto. Y, también, el hecho de que sea a beneficio aporta su cuota de diferencia: por un lado, porque los medios de comunicación que jamás anuncian la realización de un recital, ahora lo hacen y, por el otro, porque mucha gente y muchas instituciones se sorprenden por la solidaridad de los chicos que hacen “esa” música.
Por todas estas cuestiones es que el festival de antenoche estuvo lleno de gente. Estuvo presente el piso de personas que hubo durante todo el año en cada recital: 200 individuos. Pero otros cientos arrastraron sus cuerpos hasta la zona de la Municipalidad porque era gratis, porque era a beneficio, porque querían ver de qué se trataba o porque, simplemente, pasaban por ahí. Hubo mucha gente grande con sus hijitos que disfrutaron de algo que sus ojos y sus oídos no estaban acostumbrados a ver y hubo otros que no “aguantaron” más de cinco minutos y huyeron “espantados”.  
Esta “Navidad con rock” sirvió también como excusa para una buena despedida del ´94 para el rock local, despedida que comenzó el viernes con el recital que tuvo como protagonista en la Segat a los locales Cerebros Atómicos y Expresión Suburbana y a los porteños B.O.D. (Buscando Otra Diversión) y D.A.J. (Diferentes Actitudes Juveniles). Antenoche treparon las tablas Lo Parió, Deflagración, D.G.I., Triptome y El Error. En general, fue un buen recital pero, se sabe, en los recitales al aire libre es difícil conseguir un buen sonido, más aún si el viento sopla fuerte. Los encargados de abrir la noche fueron los debutantes Lo Parió. Integrado por músicos que supieron estar en bandas como El Ramah, Muertos y Enterrados y La Mahara, la banda presentó una interesante propuesta, aunque sonaron desparejos y donde se notó la falta de ensayo. Eduardo Pinto en bajo, Bumbula en guitarra y Carlos Azócar en batería fueron respetados por el público y hasta hubo un poco de pogo.
Angel Lozano (bajo), Fernando Pereyra (batería y voz) y Mauro Agüero (guitarra), es decir, Deflagración, fue la segunda banda en llenar a los arbolitos de la Olmos de sondos. El trío mostró su interesantísima propuesta noise y su oscuridad en las letras. Deflagración es un muy buen grupo que presenta una onda bien distinta y pocas veces escuchada en Río Cuarto y que, justamente por eso, es difícil que llegue a tener mucho público, pero, por suerte, fueron respetados y obtuvieron merecidos aplausos.
Después pisaron las tablas los D.G.I. (Diarrea Gastro Intestinal), el grupo que alista a Darky Sisalli en voz, David Di Palma en guitarra y coros, Leandro Palma en batería y Marcos Fernández en bajo y coros. Los “inspectores de inodoros” volvieron a demostrar su rápido crecimiento y de la mano de un buen hardcore, el grupo sonó armado y compacto y lograron que el pogo fuera intenso y la fiesta total.
Martín Tamiozzo (bajo y voz), su hermano Alejandro (guitarra) y Cristian Llonga (batería), o sea, Triptome, fue el cuarto grupo en sonar en la “Navidad del rock”. El trío, como siempre, sonó armadísimo y con mucha potencia, presentaron algunos temas nuevos y, hacia el final de su presentación, hubo mucho pogo y la fiesta tomó buen color.
El final llegó con El Error, el grupo que alista a Walter Duarte en voz, Mariano Villegas en guitarra, Claudio Barbero en batería, Pablo Alturria en bajo y Diego Ochoa en saxo y voz. La banda mostró, como siempre, un poderoso cóctel explosivo y presentó un interesante tema nuevo. El público respondió con fervosoros y merecidos aplausos y algunos movieron sus cuerpos.
No fue un festival fantástico, pero igualmente fue una buena forma de despedir un gran año para el rock local. Hubo fiesta y mucha gente y el arbolito de navidad se llenó de buenos sonidos.       

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