Clemente Bizarro - febrero 2006

Diario Puntal – Martes 21 de febrero de 2006

CLEMENTE BIZARRO

Mentes abiertas

La banda repasa su carrera y su actuación en el Cosquín Rock

Clemente Bizarro, una de las bandas riocuartenses más interesantes de la actualidad, concretó a fines de enero uno de los hechos más importantes de su corta carrera cuando tocaron en el escenario Top Line del festival Cosquín Rock, tras haber sido ganador de la sede local.

El grupo está integrado hoy por cuatro jóvenes músicos con mucha experiencia sobre el escenario: Ambrosio Canale (bajo) y Federico Bedoya (batería) integraron recordadas bandas como DGI y Sion, entre otras, mientras que Lucio y Santiago Valetti fueron parte de Naturae, Big Babousa y bandas de rocanrol.

Sobre que significó para ellos haber ganado acá la sede del Cosquín Rock, aseguran: “Fue como un reconocimiento gigante a todo lo que venimos haciendo no sólo nosotros sino todas las bandas que participaron y las que no llegaron a ser elegidas también. Es muy satisfactorio y te pone las pilas para seguir haciendo lo que más querés. Para la banda fue muy especial porque cuando se fue nuestro baterista hasta pensamos en dejar de tocar.

Hablando de su actuación en el festival de la Comuna de San Roque, recuerdan: “Si bien tocamos en un horario que no era el mejor (siete de la tarde) estuvo muy bueno porque el sonido fue mucho mejor de lo que esperábamos y la respuesta de la gente fue también muy buena porque se prendieron con nuestros temas y cuando terminamos recibimos saludos y felicitaciones de gente de diferentes lugares del país. Fue una experiencia para ver cómo se manejan las cosas a ese nivel. Aprendés mucho y te sirve para formarte como profesional”.

Fueron, obviamente, con la idea de hacer contactos con productores y bandas, pero “fue imposible porque no teníamos acceso ni a la prensa, ni a la producción ni a las bandas que tocaban en los otros escenarios. Igualmente nos queda la publicidad de figurar a nivel país en la grilla del festival”.

Un poco de historia

Clemente Bizarro comenzó su historia a principios de 2003 cuando Canale y el anterior baterista Pablo “Pila” Silva buscaban músicos para formar una banda. Ahí se sumaron los hermanos Valetti con la idea de tocar bajo un concepto de “mentes abiertas”, aunque prefieren no encasillarse en ningún estilo: “Hacemos funky, hip hop, temas tranqui, un poco de todo. Nos gusta que los temas tengan fuerza pero a su vez que tengan melodías y que las letras tengan una cierta poesía”.

Sobre la manera de componer dicen que “si bien las letras son todas del Santi, en la parte musical los temas nacen sobre ideas de los cuatro y eso por ahí le da a la banda un sonido particular. Somos cuatro cabezas distintas con un mismo objetivo”. Un objetivo que les dio resultado por la gran aceptación por parte del público que tuvieron desde el principio: “la verdad que nos sorprendió tanto apoyo de la gente e incluso hasta el día de hoy seguimos vendiendo nuestros discos”. Y aseguran que esa respuesta  también fue positiva cuando salieron de la ciudad: tocaron varias veces en Villa María, Santa Rosa de La Pampa, Villa Mercedes, La Carlota, Sampacho y hay muchas posibilidades que viajen a Córdoba, Mendoza y Rosario.

Sobre la (muy buena) producción independiente que grabaron con siete canciones, cuentan: “Uno de los objetivos era salir de la ciudad y para eso necesitás algo grabado”.

Bedoya, incorporado a la banda hace tres meses, cuenta que “hace tres años que no tocaba por razones de trabajo y cuando me enteré que Pila se iba, los chicos me llamaron y me interesó mucho por la onda de Clemente y porque con Ambrosio habíamos tocado juntos”.

Para este año, Clemente quiere “seguir creciendo y hay un montón de ideas dando vueltas: grabar un disco con temas nuevos y una buena producción de tapa, además de lanzar la página web (www.clementebizarro.com.ar) y hacer remeras y calcos, entre muchas otras cosas”.

Aluvión de bandas de afuera

En el final de la charla los Clemente Bizarro hablan sobre el aluvión de bandas que vivió el año pasado Río Cuarto y que, según lo informado por los organizadores de los shows, este año será aún mayor: “Para los grupos locales es bueno y malo. Bueno porque la ciudad se convierte en una plaza rockera importante para el país, estamos en contacto con productoras y bandas grandes y muchas veces los grupos locales comparten escenario con los de afuera. Malo porque por ahí el público deja de ver a las bandas locales para ver a las de afuera. Igualmente creemos que todavía es algo nuevo y habrá que ver qué pasa con el tiempo”.