Extinsión, Nephila y Evil en la Biblioteca Segat - Puntal 1997
Domingo 23 de Marzo de 1997 - Diario Puntal
Extinsión, Nephila y Evil en la
Biblioteca Segat
Comenzar al mango
Una chica de 22 años que lleva
puesto un pantalón turquesa (no todos se visten estrictamente de negro) y que
más tarde ira a bailar a una disco bandeña (“Mentes abiertas”), se pone tapones
para los oídos. “Me quiero cuidar”, dice, y tiene razón: el sonido en la Segat
es siempre demasiado fuerte para un recinto tan chico. Además, claro, de la
potencia de la música que siempre expulsan los parlantes.
Es viernes a la noche (en
realidad ya la madrugada del sábado) en Río Cuarto y el rock pesado vuelve a
sonar en el ya “clásico” lugar para los sonidos duros. Es el primer recital del
año y, como no podía ser de otra manera, todo comienza al mango, a toda
velocidad.
Ante un número de personas que casi llenan el lugar, tres bandas animan
una velada con interesantes propuestas. Ellas son Evil, Nephila y Extinsión.
Sergio Massaccessi (guitarra y
coros), Héctor y Jorge Sosa (guitarra y batería respectivamente), Darío Silva
(bajo) y Claudio Cessano (voz), son los integrantes de Evil, el grupo local
que, con esta nueva formación, resulta aún más interesante que antes y en vivo
suenan mucho más compactos y con una fuerza destacable. Durante una hora (quizá
demasiado tiempo si se tiene en cuenta que eran tres grupos) los riocuartenses
tocaron buenos temas propios como “Rey de la soledad”, “Nuevos rumbos” y “Fin
de siglo” y recibieron el apoyo de sus seguidores a través del pogo y el
aplauso.
Luego trepó el escenario Nephila,
grupo de La Plata integrado por Jorge (voz), Daniel (bajo), Julio (batería) y
Carlos (guitarra y coros). Con un estilo basado en el sonido del heavy clásico,
los habitantes de la ciudad de las diagonales presentaron temas propios como
“Golpe racista”, “Peligrosa expresión”, “Negro explotador” y “El Despreciable
chupasangre”.
La banda sonó bien, aunque por
momentos un tanto desajustada. Es que hace poco sufrió cambios en sus filas y,
por ejemplo, el cantante tuvo que enfrentarse al micrófono y dejar el bajo. El
público respondió fríamente al principio, pero hacia el final todo fue fiesta y
pogo, sobre todo cuando tocaron el clásico de V8 “Destrucción”.
Después fue el turno para
Extinsión, el grupo que cerró la noche. Gabriel “Figazza” Macera en voz,
Santiago Bello en guitarra, Matías Capponi en bajo y Julián Bello en batería,
son los integrantes de esta muy buena banda de Villa Crespo que desparramó
adrenalina desde el primer tema.
Los chicos vinieron a presentar
el material de su primer CD, “Prisionero de la libertad”, que, por lo que se
pudo ver en vivo, promete bastante. Ellos hacen el estilo que, se podría decir,
es característico de los ´90: ritmos cambiantes, guitarras distorsionadas y los
sonidos del trash y el power metal que se fusionan con una dosis exacta de
garra.
Extinsión es uno de esos tantos
grupos porteños que merecerían trascender a las fronteras del under, porque
realizan una propuesta muy interesante porque no se quedaron en el tiempo pero
tampoco hacen algo solo por moda: hacen un cóctel con todos los tragos de esta
ecléctica época. La banda dejó muy buena impresión y el público respondió como
se lo merecían.
El del viernes fue un buen
comienzo para los recitales de la Segat y fue al mango.
Y sí, esa chica no salió como
tantos otros, con los oídos chillando.
Andrés Natali
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