Quepachamama en el Destilarte III 2006
Sábado 19 de agosto de 2006 - El Diario de Villa María
Tercera edición del Destilarte
Un collage armónico
Otra velada multiartística
convocó a unos doscientos jóvenes en el primer piso del Club Sarmiento
Amuchados en el primer piso del
club, los jóvenes observaban los cortometrajes
Ya no es novedad, pero el
Destilarte se ha erigido como “el” evento independiente que mixtura collage
artístico de manufactura local y regional con el interés de los jóvenes, en
especial de la legión universitaria. No por nada se realiza los días jueves,
última jornada en que el caudal de estudiantes foráneos permanece en la ciudad
antes de su regreso a casita.
En la tercera edición, iniciada
una hora después de la pautada, se apeló-como en la anterior experiencia- a la
presentación audiovisual del evento, con imágenes anteriores y con conceptos
básicos sobre lo que se iba a mostrar. Los pilares fundamentales del
Destilarte, la música y la producción fílmica, contaron con los siguientes
ingredientes. Por el escenario desfilaron la solvente, precisa y festejada
banda de ska-reggae contestataria de Río Cuarto Quepachamama (que
tranquilamente podría hacer una fecha en Mundo), el incipiente trío hip hop
local Loco Son -con Fede, Negro y Benja como miembros-y la desfachatada
Kalsevitoz que, fiel a su perfil paródico, regaló una zapada alusiva a una
animación computada (a cargo de su líder José Azocar) titulada “Las aventuras
del caballero plateado y el gato fotogénico”.
Por otra parte,en la pantalla se
proyectaron nueve cortos ficcionales, tres de Córdoba(entre ellos el premiado
“El médico rural”), uno de Rosario (Eco's)y el resto de confección local.
Además, se exhibieron trabajos de
arte visual, como caricatura y animé, entre los que figuraban los pertenecientes
a Monky Tieffemberg. Una delas leyendas del rock local fue recordado por sus
trazos, tanto en la paredcomo en un corto audiovisual, proyectado al final del
evento. Su presencia, al último, se trasmutó en la voz juvenil de Dana, su
hija, que cantó con Kalsevitoz.
Acaso lo más vitoreado de la
noche haya sido la actuación del mago-clown NicoTurco, cuyo histrionismo y
espontaneidad (muchos gags simulaban al personaje La Tota de Miguel del Sel)
superaron al propio desarrollo de su espectáculo que, en el resumen de la
noche, se alargó demasiado.
Tal vez ese sea el punto negativo
del evento, la extensión. De todos modos, poco resta al gusto por ver, en este
pichón de Instituto Di Tella Siglo XXI, el pase sin escalas de una banda de ska
furioso al ballet de Arte Popular y con la misma atención del público. Una
Biblia y calefón que apuesta a la convivencia de manifestaciones. J.R.S.
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